Para 1920, José Castillo, director de diario El Telégrafo, compra
una aeronave al piloto italiano Elia Liut, que había recibido la máquina
como una donación del Gobierno italiano por su participación en
la I Guerra Mundial. Liut y la aeronave llegarían a Guayaquil en
julio de ese mismo año, también arribarían los italianos Ferrucio
Guicciardi (piloto), Giovanni Fedelli (mecánico) y Enrique Casini
(ingeniero), quienes habían sido contratados para preparar algunos
vuelos.
El 8 de agosto de 1920 se bautiza el avión como EL TELÉGRAFO I y Elia Liut realiza el primer vuelo de exhibición en
Guayaquil en vísperas de la hazaña que se tenía prevista para el 3 de
noviembre, cruzar de Guayaquil a Cuenca, coincidiendo con la celebración
del centenario de su independencia. El viaje no pudo completarse debido
a condiciones climáticas y se postergó para el día siguiente.